domingo, 17 de marzo de 2019

MetalHeads,¿somos violentos?

Hay una separación, un abismo desconocido, del cual hay mucho que estudiar, entre la estructura mental de una persona metalhead, y la estructura mental de una persona que no lo es. Este abismo divisorio en las personalidades y las formas de ver el mundo y la vida, es una fractura que transciende los limites de la ideologías políticas, profesiones, nivel económico y preferencias sexuales. Seguramente habrás conocido un metalhead de derechas y un metalhead comunista, y a pesar de ello tienen más común entre ellos, de lo que podrían tener con tu vecino vallenatero.

¿Que hay en estos individuos que escuchan (escuchamos) música aparentemente violenta, con letras desafiantes?, ¿Acaso esta violencia musical también termina manifestándose en sus relaciones interpersonales ? A priori, y empleando las estadísticas como fundamento, diría que no. De ser así, las cárceles mundiales estarían llenas de seguidores Cannibal Corpse.

Recientemente hizo eco en la web el estudio de Bill Thompson de la universidad de Macquire, Australia, básicamente expuso a individuos a música de Bloodbath (death metal) mientas en simultaneo se exhibían imágenes convencionales, y de allí se media su respuesta biológica. El experimento también se realizo en dirección contraria, exponiendo a individuos a "Happy" (si, la primera canción que te sale en youtube cuando escribes "happy" en el buscador). Su conclusión fue que la música death metal no hace a la gente violenta.

Sin necesidad de estudios de laboratorio, nosotros sabemos mejor que nadie, que la música no te hace violento. Las razones que tiene cada quien para escuchar metal son muy variadas, pero en general me atrevería a decir que los metalheads pueden percibir las cosas que están mal en este mundo más claramente, y la continua exposición al omnipresente error humano, incluyendo los errores propios, genera esa necesidad de expresarse, de gritar (o escuchar gritos), que denuncien las erráticas falacias, la estética forjada, el miedo como elemento universal de poder, la insatisfacción sentimental, las mentiras humanas, los obstáculos en la vía al desarrollo personal, todos que aunque son perfectamente destructibles y pueden ser aniquilados con la fuerza de voluntad, siempre están, y estarán allí, y encuentran en la música metal una válvula es escape que vibra con fuerza intentando liberar vapor de una gran olla de presión humana. Mientras el mundo mainstream, en su mayoría prefiere ignorar la problemática del ser humano y doparse con estímulos "happy", que le hagan esconder las emociones negativas (que todos inevitablemente tenemos), muchos lo logran, pero otros no, y terminan cometiendo actos abominables, que luego pasaran a ser tema de una canción de death metal.

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